A la fecha la hoy jovencita de 17 años tiene que soportar el hostigamiento de quien fuera su abusador
Los Cabos, B.C.S.- Bajo la amenaza de muerte, Karina de tan solo 11 años tuvo que soportar por varios meses el supuesto abuso de su padrastro Yovani quien la crío desde que era una pequeña de un año, pero que se obsesionó con ella al grado de quitarle su inocencia.
En entrevista exclusiva con Karina quien actualmente tiene 17 años, se dijo sentir triste y desorientada, pues han trascurrido 5 años desde que su mamá presentó la denuncia (CSL/32/sex/2013) por atentado al pudor y violencia familiar sin que a la fecha haya logrado ver justicia.
“A veces tengo un sueño recurrente, donde veo que me estoy lavando todo mi cuerpo con cloro y jabón, y tallándome con una fibra” compartió la afligida joven, quien admitió que dicho acto si lo había llevado a cabo cuando era abusada hace 5 años, pues se sentía sucia.
Karina vivía en lo que parecía ser una familia normal, en un domicilio de la colonia Lomas del Sol en Cabo San Lucas, la familia la integraban su mamá, su padrastro, ella y un varoncito hijo de su mamá y su padrastro. Dijo que la pesadilla comenzó pues después de llegar de su escuela, la pequeña de tan solo 11 años era tocada en sus partes íntimas, besada, y obligada a dar “caricias”, todo esto de una manera recurrente, mientras su mamá trabajaba largas horas en un hotel del corredor turístico.
Un día después de los terribles y habituales tocamientos y obligadas “caricias”, dijo que Yovani, metió a su hermano menor en su habitación con la televisión encendida a alto volumen, y a ella en otra recamara junto a él, donde la obligó a despojarse de sus ropas, sin lograr su perverso cometido, pues la joven terminó rompiéndole el preservativo, lo que desató su ira.
Al parecer, Yovani se había obsesionado por ser el primero en robarle la virginidad, pues le aseguraba que los hombres “solo buscan una cosa”, y que lo mejor era que sus primeras relaciones sexuales fueran con él.
Explicó que la bomba estalló cuando Yovani la llevó hasta el hotel donde trabajaba su mamá para decirle que su hija supuestamente ya no era virgen, y comenzó a reclamarle; fue ahí cuando su madre se percató que algo grave estaba pasando, por lo que optó por salirse de su horario de trabajo y regresar todos a casa, donde después de fuertes discusiones el hombre terminó encerrándonoslas junto a su hermanito en contra de su voluntad en una habitación por tres días, pasando hambres y otras penurias.
Cuando por fin lograron salir, pidieron ayuda, y su madre conociendo ya lo que sucedía a sus espaldas bajo su mismo techo levantó dos denuncias, una por los atentados al pudor a su hija y otra por el aislamiento involuntario en la que fueron objeto; fue entonces cuando el Instituto de la Mujer, las resguardo por 3 meses.
Hoy en día, después de 5 años Yovani la demanda interpuesta en el año 2013, sigue vigente sin que sea juzgado por los supuestos indecorosos actos en contra de Karina, a quien además ha seguido hostigando a pesar de tener una orden de restricción, pues no le ha perdido el rastro debido al lazo sanguíneo que tiene con su hermano menor.
La joven compartió además que Yovani ha sido tenido en dos ocasiones, una hecha por los ministeriales para llevarlo a declarar ante el juez por la demanda interpuesta por atentados al pudor, y otra detención más a cargo de policías municipales cuando este la perseguía, lo que causo su furor y al salir de barandilla le mando mensajes a su celular amenazándola que le mandaría a su abogado.
Actualmente Yovani vive en el fraccionamiento Chulavista, trabaja de cocinero en un exclusivo hotel del corredor turístico de Cabo San Lucas y formó una nueva familia con la que ha procreado un varoncito más, pero a pesar de ello continúa hostigando a la joven Karina en las afueras de su domicilio.
Karina por su parte continúa acudiendo a terapia psicológica pagándolo con su propio recurso y el apoyo de su madre, intenta recobrar su vida con una familia propia, pide justicia y su deseo es verlo tras las rejas, pues teme por el daño que pudiera ocasionarle a otros niños como le ocurrió a ella. Por ahora su única ayuda jurídica es un abogado de oficio, pues no tiene recurso económico para pagar abogado propio.