PROFECO BCS, débil ante anomalías de restaurante Herringbone

Los Cabos, B.C.S.-  Aun cuando uno de los 7 derechos básicos del consumidor de la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) es que la publicidad, las etiquetas, los precios, los instructivos y en general, toda la información de los bienes y servicios que se ofrecen, debe ser oportuna, completa, clara y veraz de manera que el consumidor pueda elegir sabiendo que compra, el restaurante HERRINGBONE, ubicado dentro del complejo hotelero del Grupo Vidanta (antes Mayan Los Cabos), ha estado promocionado tarifas promocionales a través de las redes sociales, pero la sorpresa para los comensales es que a la hora de la cuenta se le agrega el IVA y un forzoso 18% por concepto de servicio que no se especifica en su publicidad. 

Uno de los consumidores molestos por esta publicidad engañosa se tomó el tiempo de mandar un correo electrónico a la PROFECO, sin embargo la Procuraduría que debiera estar salvaguardando y vigilando los derechos   del consumidor le solicitó al consumidor inicie un procedimiento de conciliación ante dicha instancia, con la finalidad de que el personal de la Institución lleve a cabo el análisis de los hechos y de la documentación correspondiente para determinar si existe abuso por parte de dicho proveedor. El objetivo de este procedimiento es que tanto proveedor como consumidor lleguen a un acuerdo y Profeco vigile que no se violenten sus derechos como consumidor.

Además, añade la PROFECO en su respuesta al consumidor molesto, que después de presentar la queja, un servidor público de la instancia le indicará la fecha de una audiencia de conciliación, la cual es una reunión a la que acudirá un representante de la empresa para llegar a un acuerdo de solución de su queja, es decir el consumidor para poder hacer valer sus derechos debe realizar su queja presencial y luego encararse en persona.

Al respecto el consumidor dijo sentirse engañado y no apoyado por la PROFECO, pues con tantos protocolos donde solicitan datos de hasta el domicilio particular del quejoso, lo único que termina haciendo el consumidor es declinar en su queja y a su vez solapar que empresas como estas sigan manejando publicidad engañosa (documentada) pues no se les castiga.