Gobierno municipal e Instituto de la Cultura hacen caravana con sombrero ajeno

Los Cabos, B.C.S.- Gran polémica causó en la comunidad artística y cultural un boletín de la XIII administración de Los Cabos que se publicó en diversos medios locales, donde las autoridades municipales se adjudicaron la exitosa jornada de celebración del 5to aniversario del programa Sala de Lectura Hermanita de Ysabela, cuando en realidad este ha sido un esfuerzo voluntario dos maestros que hasta de su bolsillo sacan para llevar a cabo las jornadas semanales.   

Nixania y Winston de la Sala de Lectura Hermanita de Ysabela

Si bien es cierto que el evento se realizó en la explanada del Cerrito del Timbre, esto no significa que el gran aforo ni el esfuerzo para llevar a cabo esta celebración sea de la Alcaldesa Armida Castro ni de la Directora del Instituto de la Cultura y las Artes en Los Cabos, Elea Casiano como se precisa en dicho boletín, pues las Salas de Lectura es un Programa Nacional de Lectura que pertenece a la Secretaría de Cultura y su vinculo en B.C.S. es a través del Instituto Sudcaliforniano de Cultura ISC (Estado) quienes únicamente los apoyan con difusión y acervo de libros y en el caso particular del ISC apoyo para traer escritores invitados, sin embargo son un programa voluntario, es decir quienes lo llevan a cabo son personas preparadas y que tienen como único objetivo el fomento a la lectura, sin recibir ninguna retribución económica. 

Foto archivo Indalecio Velázquez (†)

En este caso el esfuerzo no es de la XIII Administración que encabeza la morenista Armida Castro ni del Instituto Municipal de Cultura y las Artes de Los Cabos, pues los encargados  de la Sala de Lectura Hermanita de Ysabela a lo largo de estos 5 años han sido los maestros: Alfredo Winston y Nixania Barragán, quienes han fomentado la lectura sobre todo en niños y jóvenes, sin pago alguno y en muchas ocasiones haciendo uso de sus propios recursos económicos, pues semana tras semana llevan los libros y sus actividades planeadas por ellos mismos, a cafés, parques, plazas o recintos culturales, espacios públicos que previamente y debidamente solicitan  a las autoridades por escrito, para que los niños, jóvenes y adultos puedan acceder a la lectura de una forma gratuita.

Entre los logros de la Sala de Lectura Hermanita de Ysabela, ha sido reunir a más de 200 jóvenes en una sola tarde en la plaza Amelia Wilkes, únicamente y exclusivamente para leer, llevar escritores locales y nacionales a sus actividades y sobre todo forjar jóvenes sanos alejándolos de malas conductas.

Foto archivo Indalecio Velázquez (†)

Las salas de lectura llegan a tener sedes hasta en patios de casa, y en el caso de la “Hermanita de Ysabela”, al ser itinerante su sede la anuncian previamente. Una de las plazas que más han visitado es precisamente la plaza Amelia Wilkes en el centro de Cabo San Lucas, pero que, debido a su remodelación, sus actividades las han continuado en cafés y en recintos culturales, pues recordemos que los voluntarios Nixania y Winston, siempre solicitan por escrito los espacios a las autoridades, los cuales se les han venido otorgando sin ningún problema pues sus actividades son voluntarias y sin fines lucrativos, y que  gracias a su gran esfuerzo han logrado mantener sobre todo a los jóvenes de preparatoria entretenidos en actividades sanas con contenido cultural, el cual no deber ser adjudicado a ningún funcionario público municipal.