Por: Cristian Mendoza.
Desde marzo iniciamos con un confinamiento que ha frenado las actividades productivas, que ha frenado el desarrollo cultural social y económico del municipio y del mundo.
Mientras gira el mundo con la amenaza de bioterrorista de un nuevo brote de contagio, las estrategias de prevención y reactivación en el municipio han sido fallidas.
Desde el cierre de playas por el semáforo epidemiológico para los ciudadanos, pero no para los turistas o del uso “obligatorio” de cubrebocas para trabajadores, pero no para quien se hospeda en los mismos. Pero también el despojo de los desarrolladores como Waldorf Astoria, quienes aprovechando el confinamiento construyeron de manera arbitraria escolleras , sin considerar los delitos y daños ambientales en los que incurrirá y que quedaron al descubierto después del paso del huracán Genoveva el pasado mes, en esta debacle ambiental, las tortugas que anidan en esta zona y en esta temporada en las diferentes playas han también sufrido saqueos y perdidas , debido a este tipo de construcciones a los patrullajes de la policía preventiva que entra hasta la playa para apercibir a las personas que siguen en la playa después de las 6.00 P.M. sin conocimiento de las zonas de anidación o por los propios ciudadanos que salen en sus cuatrimotos a realizar recorridos de esparcimiento por la zona sin el mayor cuidado de por donde pasan.
En cuanto a la reactivación este 31 de Agosto entramos a nivel 4 en el semáforo, lo que permite la reapertura de templos, cines, gimnasios, agencias turísticas, salones de belleza, mueblerías, joyerías, jugueterías, comerciales, comercios de videojuegos, entre otros, un respiro para los pequeños comerciantes que sin apoyos municipales, ni estatales, ni federales, ha salido adelante trabajando desde casa o saliendo a la calle a vender verdura, fruta, pescado o pan, pero este confinamiento también ha sacado lo peor de las personas, la prepotencia, la violencia y el clasismo, como el de Chumel Torres y otros influencers que defienden el concepto de “Whitexican”, que no es otra cosa que una supuesto privilegio tácito por su color de piel y por su estatus social, es así como la semana pasada el presidente de CANACINTRA en el municipio y primo del actual gobernador de Estado, reventó su ira contra una trabajadora urbana en San José del Cabo , conocida por la música con la que va por las calles anunciando a su paso la venta de pan al barrio, teniendo como single al inmortal Tin-tan y su célebre canción “el panadero con el pan”, el influyente dirigente camaral, increpo junto con su yerno a la vendedora y su esposo a quienes “les grito que eran indios apestosos”, después de agredirlos físicamente dejando inconsciente a la vendedora en el suelo, ¿es herencia familiar el autoritarismo y la prepotencia?, ya que el gobernador en la misma tónica ha emprendido una campaña de violencia política contra el congreso y contra la misma sociedad, deteniendo el avance legislativo de leyes y decretos en todo el Estado, una violencia que se ejerce desde el escritorio, una violencia de cuello blanco que afecta a los sectores más vulnerables.
¡Todo esto y sin agua en las colonias!, la pandemia ha descubierto la verdad de cómo operan y cuáles son las prioridades e intereses del sistema económico, político y de salud, en el municipio y en el Estado en el mundo, esta nueva realidad nos plantea un reto social y colectivo que debe estar articulado por la solidaridad y la dignidad de tod@s.
