La alcaldesa desestimo la nutrida marcha a favor del estero josefino el fin de semana pasado
Los Cabos, B.C.S.- Aun cuando la alcaldesa Armida Castro se ha manifestado a favor del respeto y rescate del estero josefino, sus acciones se interponen a su discurso, pues refiere que será respetuosa de la actual situación que prevalece en el estero josefino, es decir no dará crédito a las anomalías que han venido sucediendo desde hace más de 10 años a través de diversas administraciones, cuando de manera conveniente se modificó un polígono del estero a favor de Puerto Los Cabos (Grupo Questro), precisamente donde se planea construir un nuevo hotel.
Es precisamente la modificación de este polígono, una de las peticiones que han señalado las asociaciones a favor del estero josefino, el cual se modificó en el año 2008 quedando registrado en el Boletín Oficial del Gobierno de Baja California Sur, cuando el Ing. Narciso Agúndez era Gobernador del Estado, Luis Armando Díaz, Secretario General de Gobierno, y René Núñez, Presidente Municipal, de Los Cabos.
Es decir, mientras la alcaldesa Armida Castro sostenga que será respetuosa de la situación jurídica actual, posiblemente terminará por sepultar la petición de los ciudadanos en defensa del estero josefino, pues dará cabida a todas las acciones gestadas en contra del estero que se han venido haciendo a lo largo de las últimas administraciones, que tienen como fin la construcción de un nuevo hotel de Puerto Los Cabos.
El doble discurso de la alcaldesa es sostener que será respetuosa de la situación actual, la cual favorece a Puerto Los Cabos, a quienes apoyó declarando de manera arbitraria y sin justificación en receso la décima Sesión Pública Ordinaria, para después citar a los regidores a una audiencia con el Grupo Questro, en un lugar privado, mientras a la audiencia pública convocada por una regidora para escuchar a los ciudadanos en el patio del Palacio Municipal, no estuvo.
Al respecto, la alcaldesa Armida Castro esta mañana durante su tradicional rueda de prensa de lunes, tachó a los ciudadanos que se manifestaron a favor del estero josefino como un fenómeno de moda, con buenas intenciones, pero sin plan de trabajo, intentando desestimar las voces ciudadanas.