Más de 2,500 boletos vendió Sabor a Cabo 2018, generando con ello millonarias ganancias
Por: Ananí Arana
Los Cabos, B.C.S.- Por fin después de varios meses de espera para los cabeños, salió al escenario Miguel Bosé, quien un poco más recuperado de deteriorada salud y según algunos testigos cantando tanto en vivo como en playblack, logró seducir con su presencia, voz y sensuales movimientos al ansioso público que lo esperaba para cerrar la 13va edición del evento gastronómico “Sabor a Cabo” 2018.
Previo a ello, y a partir de las 5:00 de la tarde una larga fila de autos comenzaba a generar trafico en la vía lerry para entrar a los terrenos del empresario Ernesto Coppel, específicamente al campo de golf Quivira donde 60 stand de restaurantes y bares comenzaban a recibir a los primeros comensales a quienes les tocó comer y beber lo que les apetecía, a diferencia de los que fueron llegando tan solo un par de horas más tarde, donde las filas para algunos stand se volvieron como cuando esperas entrar a la premier de una película, pero en este caso para recibir lo que se tuviera preparado en el momento en un sencillo plato desechable.
Para los amantes del vino se contó con vinícolas que descorchaban botellas y más botellas servidas en la tradicional copa conmemorativa la cual fue adquirida por los asistentes con un costo adicional a sus 300 dólares como mínimo del costo por acceso personal; pero bueno cuando se trata de beber vino un vaso desechable no es el más propio, al menos no para las primeras copas dentro de un evento gastronómico como este.
Los cócteles especiales, mezcal, tequila, o una simple cerveza de lata fueron también parte del menú de bebidas en el tan esperado evento anual del mes de diciembre, pues una de sus garantías es que aun pagando boleto con derecho a mesa, muchos terminan en caravana stand por stand degustando lo que se ofrece, a veces con tremendas sorpresas positivas al paladar pero también algunas que no valen la pena, pues debido al gran número de comensales que se aglomeran, la comida se prepara con anticipación, perdiendo consistencia, temperatura, sabor o el llamado amor que se dedica a cada platillo.
Aun con los detalles, la caravana de comensales de stand por stand se convierte también en el espacio para encontrarte con los amigos y tener la oportunidad de estrecharse mientras se busca donde dejar el plato, la copa y hasta el vaso que se traen en escasas dos manos, pero nada es imposible pues el ambiente se comienza a dejar sentir al calor de las copas.
La naturaleza por su parte también se portó generosa, regalando un maravilloso atardecer con vista al mar, mientras en los stands se empieza a ver como los cestos de basura se van llenando de miles de desechables que solo fueron utilizados escasos segundos o por un corto tiempo.
Entre los platillos que se degustaron fueron: lechón, pato, cerdo, costillas, ostiones, comida vegana, quesos, empanadas de mango, hamburguesas de carnes finas, camarones, chorizo argentino/español, tacos de rib eye, sirloin, brochetas de arrechera, borrego a la brasa, ceviche de cabrilla, sopa de tomate horneada a la leña, paella, entre otros servidos en porciones pequeñas en platos y vasos desechables.
Por otra parte, hay quienes prefieren la comodidad de su mesa sobre todo si son del área vip, donde una propina por adelantada al mesero hace la diferencia para no tener la necesidad de recorrer los stands por todo el campo de golf, sobre todo cuando algunas damas prefieren no caminar sobre el pasto para no echar a perder más sus zapatillas que terminan enterradas en el pasto.
Ya con el estomago satisfecho, pero sobre todo en un ambiente desinhibido los comensales esperaban el inicio del concierto del cantante español Miguel Bosé, sentados sobre el pasto a lado de los amigos entre brindis y risas, mientras se escuchaban unas voces a las que apenas se les ponía atención arriba del escenario, es decir el protocolo donde los funcionarios y organizadores hablan para agradecerse entre si y a los asistentes.
Cuando por fin terminan el protocolo los organizadores, enseguida las luces de colores y la música en se encienden, por lo que la gente se pone eufórica de felicidad al ver salir del centro del escenario al intérprete de “Amante Bandido”, vestido de negro a plenitud en contraste con su cabello cano, dando las buenas noches e iniciando con “Duende”, otro de sus éxitos.
El cantante de 62 años de edad quien cuenta con una larga trayectoria de 40 años arriba de escenario y a pesar de que su estado de salud no ha sido el óptimo en fechas recientes según los reportes de la prensa internacional, se le vio dar un gran esfuerzo cautivando con su presencia y su imponente mirada, entregando en el escenario sus temas más exitosos, ante la cercanía del público que se volvió aglomerar a escasos metros del artista, invadiendo la zona vip la cual según los organizadores habían asegurado no se permitiría a partir de este año, para respetar a quienes compraron boletos frente al escenario.
Hablando precisamente de promesas de los organizadores, es decir de los fundadores de la asociación civil de Sabor a Cabo, compuesta por ex restauranteros y restauranteros pertenecientes a Canirac Los Cabos, entregó en algún momento de la noche previo al concierto un camión para la estación de Cabo San Lucas así mismo una ambulancia para Cruz Roja, sin embargo, como es costumbre no refirieron costos de las mismas, modelos ni año de los vehículos, pues hasta ahora sus donaciones solo han sido de automotores de segunda mano traídos de Estados Unidos, por lo que su calidad de vida se deteriora rápidamente y en ocasiones en pocos meses, quedando como reliquias en los estacionamientos de las honorables instituciones de emergencia.
La entrega donación se hizo con gran protocolo, pues según los organizadores del evento gastronómico el 100% de las ganancias es para beneficencia, sin embargo el año pasado solo entregaron 5,100 dólares americanos con los cuales se completo para comprar un camión de bomberos igualmente de segunda mano que se descompuso a los pocos meses.